OBISPO MACEDO DIRECTAMENTE DEL MONTE HERMOM EN ISRAEL

miércoles, 30 de mayo de 2012

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?.

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?               


Él Señor Dios está conmigo; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre. Él Señor Dios está conmigo entre los que me ayudan; Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen. Mejor es confiar en Él Señor Dios Que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Él Señor Dios Que confiar en príncipes. (Salmos Capítulo 118:6 al 9,).

 Nuestra fe está relacionada con la fuerza que viene de Dios. Cuando pensamos que podemos enfrentarnos a los gigan­tes y vencerlos, en realidad estamos pensando que noso­tros, con Dios, podemos enfrentarnos a un gigante y vencerlos.  Porque esta escrito en  la Palabra de Dios ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos Capítulo 8:31,).


 La Oración es la Herramienta poderosa que nos acerca a Dios; Porque tenemos la capacidad de enfrentar al gigante y lo­grar la victoria porque creemos que Dios está con  nosotros y en nosotros, y que desea obrar por nuestro intermedio. Pensar como un vencedor de gigantes es tener una fe activa  confiando en Dios. 

 Somos Mas que Vencedores;  Porque Él Señor Dios está conmigo como poderoso gigante; por tanto, los que me persiguen tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada. (Jeremías Capítulo 20:11,)

 Tomad consejo, y será anulado; proferid palabra, y no será firme, porque Dios está con nosotros.  Porque Él Señor Dios me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo: No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo.  Él Señor Dios de los ejércitos, a Él santificad; sea él vuestro temor, y Él Señor Dios sea vuestro miedo. 

 Entonces Él Señor Dios será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; y se enredarán y serán apresados.  Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos. Esperaré, pues, a Dios, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y en él confiaré. (Isaías Capítulo 8:10 al 17,).

 Escudriñemos las Escrituras; Entonces uno de los siervos  de Dios dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo están en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta. Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí que él está en Dotan. 

 Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?  El Señor Dios le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. 

 El Varón de Dios Eliseo  hizo una oración para pedir Ayuda a Dios, y dijo: Te ruego, oh Señor Dios, que abras sus ojos para que vea. Entonces Dios abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo. Y luego que los sirios descendieron a él varón Eliseo,   Entonces Clamo y volvió hacer una oración,  y oró Eliseo a Dios, y dijo: Te ruego que hieras con ceguera a esta gente.  Escuchando la Dios la voz de Eliseo; Y los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo.  Después les dijo Eliseo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme, y yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guió a Samaria. Y cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Oh Dios, abre los ojos de éstos, para que vean. Él Señor Dios  abrió sus ojos, y miraron, y se hallaban en medio de Samaria.  Cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo a Eliseo: ¿Los mataré, padre mío?  El varón de Dios elíseos  le respondió: No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores.  Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su Señor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel. 2da. De Reyes Capítulo 8:12 al 23,).

 Palabra de Ayuda; Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. (1. de Juan  Capítulo 4:4,)

Tenemos también la palabra profética más segura, (La Palabra de Dios)  la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;  entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,  porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. (2da. De PedroCapítulo 9: 19 al 21,)

 Palabra Clave;  Las cosas secretas pertenecen a Él Señor nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio Capítulo 29: 29,).

Aceptamos a Cristo Jesús; Encontramos Vida Espiritual.

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