OBISPO MACEDO DIRECTAMENTE DEL MONTE HERMOM EN ISRAEL

miércoles, 18 de abril de 2012

Señor de los Apartados – Parte II


Con la caída de Lucifer y su venida para la Tierra, junto a la tercera parte de los ángeles que se transformaron en demonios, su autoridad, su cuerpo, como así también su hermosura, fueron arrancados.
Lucifer, deseando formar su imperio aquí en la Tierra, notó que Adán y Eva disfrutaban de una comunión perfecta con Dios, y que Adán gozaba de autoridad territorial. Eso era todo lo que él necesitaba para establecer su reino de apartados. Entonces, logró persuadir a Adán, haciendo que desobedeciera a Dios y se transformara en el primogénito de los apartados.
Hoy toda la raza humana vive apartada de Dios, no sólo los que un día Lo conocieron y Lo abandonaron sino también todos los que nunca Lo aceptaron en su vida.


En el momento en que el niño nace, viene con la pureza que Adán tenía antes de apartarse de Dios. Si muere siendo niño aun, estará salvo por ser puro. Esa pureza se da desde el nacimiento hasta la edad de la razón, este período es el tiempo correspondiente al que Adán vivía con Dios. Cuando el niño alcanza la edad de la razón, comienza a transitar, naturalmente, el camino de los apartados, pues la malicia y el pecado comienzan a brotar en su corazón. Él sale del estado del Adán obediente y unido a Dios, y entra en el estado del Adán desobediente y apartado de Dios. Así sigue toda la humanidad apartada del Todopoderoso, dando grandes pasos hacia el mismo destino de su señor: el lago de fuego y azufre.
El propio Dios, queriendo que hubiese una reconciliación de los apartados para con Él, presentó una solución y tomó la mayor actitud de fe y de amor de toda la historia del mundo, dando Su Único Hijo como sacrificio en rescate de toda la humanidad. 1 Timoteo 2:5-6
Usted que está apartado del Señor necesita saber que su condición es la misma del señor de los apartados (el diablo). Tal vez usted piense: “Pero yo creo que Dios existe, que Él es el Señor, yo creo en Él”. Amigo(a), vea lo que dice en las Escrituras: “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan”. Santiago 2:19
Usted que es ex obrero, ex pastor, ex miembro, ex esposa, ex auxiliar, o que nunca fue nada de eso, si quiere volver ahora a los brazos del Señor Jesús y reconciliarse con Él, ahí mismo donde usted está, si es posible, baje su cabeza y hable con Dios, humíllese y ríndase a Él, ¡el Espíritu Santo lo recibe ahora!
Caso contrario, sepa que apartado de Él su futuro será cruel, ¿usted lo duda? ¿Qué más podemos hacer? Estamos trabajando incansablemente para que usted vuelva como muchos están volviendo a los brazos del Padre.

Dios los bendiga



Obispo Sergio Correa