
No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá, como en el día de Masah en el desierto, (Salmos Capítulo 95:8,) “Oh Señor Mi Dios; Cuando estabas angustiado, me llamaste Oh Señor Dios y me distes de beber en el meribá y te libré; te respondí desde la oscura nube donde estaba yo escondido; junto al manantial de Meribá puse a prueba en las aguas del meribá tu fe." (Salmos Capítulo 81:7,) El sonido de la trompeta aumentaba más y más; Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno. (Éxodo Capítulo 17:7,)